Paseo en bicicleta 2022: Centro de Meditación Tushita

30 septiembre - 1-2 octubre: fin de semana de silencio en el centro de meditación Tushita
El viernes por la tarde, poco antes de las 18:30, llegué al Centro de meditación Tushitajusto a tiempo para la bienvenida del director Alberto Gámez. Tushita está en la parte más alta de Viladrau y, como en la mayoría de los pueblos, me esperaba una última cuesta muy empinada para llegar.

Pero ¡qué paraíso! Esa elevada altitud significa que prácticamente no hay tráfico y muy poco ruido del pueblo, aparte de algunos ladridos del perro del vecino. La terraza abovedada del centro domina una imponente montaña. Para los retiros de verano, hay incluso una piscina. La Gompa (sala de meditación) tiene capacidad para más de 20 personas. También lo es el alojamiento para pasar la noche. Las comidas son vegetarianas, ecológicas y preparadas in situ.

Las sesiones de meditación guiada del sábado y el domingo, ocho en total, se centraron en alcanzar la paz y la calma mentales.

Como se anunciaba en la página web, las sesiones fueron en catalán. A grandes rasgos, pude seguirlas porque había muchos paralelismos con los retiros de silencio a los que asistí en Ehipassiko Amberes/Mechelen seguido en Bélgica. Las sesiones de preguntas y respuestas fueron más difíciles de entender porque a veces trataban de experiencias muy personales.

He aquí un breve resumen de la explicación y las instrucciones, o al menos de lo que creo haber entendido.

Marina Brucet - directora espiritual de Tushita

 Marina Brucetdirector espiritual de TushitaEn primer lugar, explicó que la meditación es algo más que una técnica de relajación placentera, como se suele pensar en Occidente. Durante la meditación, intentas alimentar y cultivar los aspectos positivos de tu vida mental y emocional (compasión, bondad, paciencia, atención, modestia...), mientras que extingues los aspectos negativos (ira, odio, egoísmo, indiferencia, impaciencia, desprecio...) al no actuar inmediatamente cuando estas emociones te abruman. Al suspender tu reactividad, te das cuenta de que la emoción negativa no está en el mundo exterior objetivo, sino que surge dentro de ti. Y que, por tanto, puedes aprender a controlarla. A través de la meditación, aprendes a lidiar con estas emociones y a redirigirlas hacia su opuesto positivo. De este modo, tú mismo te vuelves más relajado y feliz en la vida y te conviertes en una persona más agradable para los demás y para la sociedad en su conjunto.

Posteriormente, el Marina las posturas sentadas correctas y se centró en ciertos aspectos que pueden obstaculizar la consecución de la paz mental mientras se está sentado. La inquietud y la resistencia pueden surgir de sensaciones desagradables en el cuerpo, como pies o piernas dormidos por meditadores sentarse con las piernas cruzadas o de rodillas, dolor de espalda, tensión en el cuello o los hombros debido a permanecer sentado en la misma posición durante mucho tiempo, etc. Marina explicó detalladamente cómo tratarlos. En pocas palabras: no desarrollar resistencia o aversión a estas molestias físicas, ya que esto sólo las exacerbará. Obsérvalas con calma, acepta que están ahí, relaja la parte del cuerpo donde se producen y luego vuelve a centrar tu atención en tu objeto de meditación, en este caso la respiración. Al cabo de un rato, notarás que las molestias se suavizan, porque una sensación no es eterna y también está sujeta a cambios. Si las molestias físicas no mejoran, puedes hacer algunos movimientos sutiles o cambiar de postura al sentarte.

Marina también subrayó la importancia de mantener un término medio entre sentarse demasiado a la fuerza, que provoca tensión y cierra la mente, y relajarse demasiado, que conduce a la somnolencia. La meditación consiste en estar presente despierto y mirar con una mente abierta e imparcial todo lo que se presenta aquí y ahora. Sin juzgarlo ni reaccionar ante ello con aversión o ansia.

Luego están los inhibidores mentales, algo con lo que todo el mundo, incluidos los practicantes avanzados, tiene que lidiar: pensamientos intrusivos y nerviosos que asaltan implacablemente tu mente, incluso si las condiciones externas son propicias para alcanzar la paz mental, como aquí en Tushita. O emociones difíciles y abrumadoras como ansiedad, tristeza, estrés...

De nuevo, intenta no reaccionar. Sólo date cuenta de que hay un pensamiento o una emoción, obsérvalo durante un rato y no actúes más en consecuencia. Por supuesto, no empieces a construir sobre él pensamientos hipotéticos. Vuelve a la respiración. Al observar el pensamiento o la emoción desde la distancia, soltarlo y volver al objeto de meditación, creas pausas entre los pensamientos. Y esto una y otra vez cada vez que surja un nuevo pensamiento. Meditar es empezar una y otra vez, hasta que las pausas entre pensamientos se alargan y consigues más paz mental. Esto no ocurre de la noche a la mañana; requiere mucha práctica, paciencia y persistencia. E indulgencia contigo mismo. Sobre todo, no te enfades contigo mismo cuando "vuelva a fallar". Es normal. Simplemente vuelve a empezar.

 La última sesión matinal del sábado la cerró Marina con media hora de Qigong Ejercicios. Para que la energía chi vuelva a fluir libremente y se aflojen las extremidades agarrotadas.

Entre el ciclismo y todo lo que conlleva, este fin de semana de silencio fue un descanso muy beneficioso. En realidad fue un poco volver a casa. Para continuar mañana con energías renovadas.

Y muchas gracias a Marina y Alberto por la noche extra de estancia, para que no tuviera que buscar un sitio donde dormir a última hora de la tarde.

¡Muchísimas gracias por todo!
Más información: http://tushita.es/en/

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